Hoy, 25 de mayo, he recuperado un libro que me compre hace 25 años, y que al instante he decidido incluirlo entre los libros que voy a donar a una ONG que organiza de vez en cuando un mercadillo para recaudar fondos. El libro se llama Bases per al nacionalisme valencià.

La portada del libro, como se puede suponer
Es curioso como evolucionamos las personas. Yo, de pequeño, fui, como casi todos, un nacionalista de libro, un nacionalista español. Pero llegó mi adolescencia, que coincidió con aquel maravilloso periodo de la transición, y me convertí en un nacionalista de libro, pero esta vez con fronteras mucho más reducidas, las del Reino de Valencia, también conocido por País València, el Levante feliz, y otros nombres hasta que alguien dio con la solución: la Comunidad Valenciana. Así que me intenté documentar para ser un nacionalista de tomo y lomo, y entonces me compré el libro. Además, fui consecuente y voté en un par de ocasiones a un partido, ENV/URV, que solía sacar uno o dos votos en toda la provincia… ¡todo un éxito! (el partido todavía existe…)
Y no recuerdo cuando bajo el Espíritu Santo sobre mí, me iluminó, me tiró del caballo del nacionalismo regionalista y me dijo que me convirtiera al verdadero nacionalismo, al nacionalismo más puro, al más utópico… y efectivamente, tras recuperarme de las múltiples lesiones producidas tras mi caída del caballo, la inspiración del Espíritu me hizo abrazar la causa del nacionalismo europeo… y desde entonces, mis fronteras continentales se sitúan entre los meridianos 30º este y 10º oeste y los paralelos 35 y 70 (ambos norte); y puedo viajar por casi todos los continentes sin salir del territorio de mi patria, la Unión Europea (si no me equivoco, el único continente sin territorio europeo es Asia).
¿Y que ha cambiado a lo largo de los años? Sólo la situación de las fronteras. Según donde pongas las fronteras, eres de un nacionalismo o de otro; pero prácticamente, los demás postulados se repiten en todos los nacionalismos; por eso es gracioso cuando vemos a los que en España llamamos partidos nacionalistas reclamando por aquí y por allá, y como los partidos que llamamos nacionales les ponen a parir por ello, pero repiten el mismo esquema cuando se van a las arduas negociaciones del Consejo Europeo: los mismos egoísmos que critican en el ámbito estatal con respecto a las autonomías, surgen cuando los representantes estatales se pelean en el Consejo Europeo, buscando, dicen, el bien común europeo…
El caso es que, desde el ingreso de España en las Comunidades Europeas, ha ido creciendo mi sentimiento nacional (y nacionalista) europeo. Mi patria, Europa, y el resto, meras particularidades estatales o regionales.
Mis publicaciones sobre Europa las puedes encontrar aquí.
Muy buen artículo.
Madre mía… ENV/URV los precursores, a finales de los 70, del blaverismo valenciano. A mi también me pillo en la adolescencia, pero me acuerdo. Esquerra Naçionalista Valençiana/Unión Regional Valencianista del inefable González Lizondo… ha llovido desde entonces.
Ese libro, una pieza de museo.
Abrazos, amigo. Saludos valencianos.
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Yo me considero ciudadano del mundo.
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