Todos los años, el último viernes del mes de abril, parte una de las peregrinaciones más impresionantes de las que tengo noticia: la peregrinación desde el pueblo de Les Useres, en la comarca de l’Alcalatén, al santuario de Sant Joan de Penyagolosa, en el término municipal de Vistabella del Maestrat, situado a 35 largos kilómetros de aquella población.
El pico de Penyagolosa desde el plà de Les Useres; en la ladera que no se ve se sitúa Sant Joan de Penyagolosa.
¿Que es lo que hace a esta peregrinación tan especial…?
- Su antigüedad: nadie sabe cuando se comenzó a peregrinar, pero por los cantos gregorianos que se entonan durante la misma se puede decir que se remontan a la Edad Media; los cantos piden salud (frente a la Peste Negra, gran epidemia de aquella época), paz (se supone que por las frecuentes incursiones de los moriscos) y agua (por la pertinaz sequía, que diría nuestro genuino dictador del siglo XX, lo que demuestra que hay problemas que no son ninguna novedad; ahora se canta el trasvase para todos como solución). Pero lo que más impresiona es que los cantos, por el paso del tiempo, han degenerado y a veces se convierten en gritos lastimeros, que repetidos por el eco de los caminos por donde pasa la peregrinación, causan una profunda impresión en el alma de quien los escucha.
La imagen de Sant Joan en la ermita del mismo nombre.
- El rito: son doce los peregrinos, que siguen un estricto orden por número de casa y calle; sólo pueden ser hombres; un mes antes deben dejar crecer la barba; desde el inicio de la peregrinación hasta su finalización no pueden hablar con nadie; deben sentirse peregrinos desde que se ponen el hábito o vesta hasta que se lo quitan tras finalizar la peregrinación; van acompañados por un guía y tres cantores, que son los que a través de los siglos mantienen la tradición cantora y ritual, pasando prácticamente de padres a hijos; la muchedumbre que acompaña a la peregrinación no se puede acercar a menos de 500 metros de la misma (de hecho, el disco que grabó la Generalitat Valenciana muestra las dificultades de no poder grabarlo a menor distancia); pasan la noche en el santuario de Sant Joan en la popularmente conocida como Cueva, en la que se desarrolla un rito secreto no desvelado jamás.
Los peregrinos en la ermita, instantes antes de partir de regreso hacia Les Useres.
La peregrinación sale de Les Useres a las 8 de la mañana, y tras comer en la ermita de Sant Miquel de les Torrocelles (término municipal de Lucena del Cid) pasa por las proximidades de Xodos para llegar al santuario sobre las 9 de la noche (13 horas de peregrinación). Al día siguiente, sale a la una del mediodía, comen en Xodos y después de pasar sin detenerse por Sant Miquel llegan al pueblo que los vio marchar a las 9 y media de la noche.
Recibiendo la bendición para tener un buen camino de regreso.
A punto de entrar en la iglesia, descalzos sobre un lecho de hojas, separados entre sí.
Postrándose para entrar en la iglesia.
Más información sobre la peregrinación es este enlace.
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